Los Presupuestos de “recuperación” del Gobierno de la Coalición 2021 tienen como perjudicadosa toda la sociedad, las grandes empresas, los ingresos altos, incluidos los beneficiarios de pensiones, seguros o cualquiera que compre un automóvil como víctimas de impuestos. Una subida de impuestos que se está haciendo en medio de una pandemia para contrarrestar el flujo de gasto social, exactamente lo contrario de lo que harán nuestros socios europeos, que han optado por reducirlos. El ejecutivo sube ocho impuestos y no reduce ni uno. Se trata de sanciones fiscales que se prolongarán hasta 2022 y que han sido muy criticadas por empresarios y organizaciones como el Banco de España, que entienden que ahora no es el momento adecuado para hacer las subidas y que las medidas pueden dañar la inversión y el empleo. El paquete de impuestos va acompañado de la introducción de nuevos impuestos en los primeros meses del año, por ejemplo, los tipos impositivos “Google” y “Tobin”.
IRPF: dos puntos más para las rentas del trabajo a partir de 300.000 euros
Las rentas del trabajo a partir de los 300.000 euros pagarán dos puntos porcentuales más en 2021 (47%). Mientras que las rentas del capital a partir de los 200.000 euros tendrán un encarecimiento en su factura fiscal de tres puntos, para pasar del 23% al 26%. Estas medidas son más ideológicas que efectivas, ya que afectarán a 36.194 contribuyentes, el 0,17% del total, según datos de Hacienda. Pagarán 144 millones más en 2021 y 346 millones adicionales en 2022.
Bebidas azucaradas: IVA pasa al 21%
El IVA sube para las bebidas edulcoradas y azucaradas –a excepción de los lácteos–, que pasarán de pagar un 10% por este impuesto a tributar al tipo máximo, el 21%. Los ingresos adicionales estimados son de 400 millones con esta medida, 340 de ellos en 2021, según el Gobierno, que justifica la “medida en que favorecerá hábitos más saludables“.
Los seguros: suben de media 28 euros
El Gobierno prometió que las subidas de impuestos no las iban a pagar las «clases medias y trabajadoras», pero una de las alzas fiscales que menos incertidumbres tiene del lado de la recaudación será soportada, en su inmensa mayoría, por los hogares de ingresos medios y bajos. Se trata del incremento del Impuesto sobre Primas de Seguros, que aumentará su tipo del 6% al 8% en 2021 con el objetivo de recaudar 507 millones: 455 millones más el primer año y 52 el segundo, debido a que será entonces cuando entre en las arcas de Hacienda la liquidación de diciembre. El efecto será que, de media, entre los 17,7 millones de hogares que cuentan con algún tipo de póliza -un 95% de los hogares españoles, según el sector- el aumento de la cuota media de la prima será de unos 28 euros en 2021 frente a 2020.
Planes de empleo: el límite de aportaciones sube a 10.000 euros
En los planes de pensiones ocupacionales, el límite de cotización va de los 8. 000 a los 10. 000 euros, pero los trabajadores pueden cotizar hasta un máximo de 2. 000 euros. Esto causará problemas a algunas empresas que han acordado cotizaciones de sus trabajadores superiores a los 2. 000 euros. El Gobierno consideró, durante el trámite parlamentario, la inclusión de enmiendas a los Presupuestos para que el límite de 10 000 euros, en el caso de planes de negocio, fuera solidario con las aportaciones de los empleados y de la empresa, a petición de Inverco y Unespa, pero por último, las enmiendas presentadas por varios grupos de oposición al respecto no fueron aceptadas. Asimismo, en los planes individuales, la contribución deducible al IRPF pasa de 8. 000 a 2. 000 euros.
Patrimonio: el tipo aplicable a partir de 10 millones pasa del 2,5% al 3,5%
El Gobierno mantiene el Impuesto sobre el Patrimonio y, además, se eleva el tipo aplicable a partir de los 10 millones de euros desde el 2,5% hasta el 3,5%. Este es un tributo cedido a las comunidades autónomas, que se encargan no sólo de su gestión sino también de su recaudación. Asimismo, pueden regular su mínimo exento, sus tarifas y deducciones. Por ejemplo, algunas autonomías como la madrileña bonifican al 100% este impuesto, por lo que esta medida perjudica especialmente a los contribuyentes madrileños.
Los planes del Gobierno vienen impuestos por ERC, que ha exigido a cambio de su apoyo a los Presupuestos una reforma del modelo de financiación autonómica que implique la armonización de los tributos cedidos -además de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones-, estableciendo, por ejemplo, un mínimo, lo que puede conllevar otra subida fiscal en algunas autonomías, como Madrid, que cuenta con los impuestos más bajos de España en comparación al resto de comunidades autónomas.
Tasas: «Tobin» y «Google»
Está previsto que ambas tarifas entren en vigor a finales de este año. El “impuesto Tobin” gravará el 0,2% sobre la compra de acciones españolas cotizadas con una capitalización bursátil superior a los 1. 000 millones y proporcionará unos ingresos de casi 830 millones el próximo año. El impuesto “Google” se aplicará a determinadas operaciones de economía digital que aún no han sido gravadas: se establecerá una tasa del 3% por los ingresos generados por los servicios de publicidad online, los servicios de intermediación telemática y la venta de datos obtenidos en base a la información facilitadapor los usuarios, pero solo afectará a las empresas con unos ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones y unos ingresos en España superiores a los tres millones.
Sociedades: revés para los dividendos repatriados de filiales extranjeras
Las empresas también verán aumentar su factura fiscal. El Ejecutivo limitará la exención sobre dividendos y plusvalías de filiales al 95% del 100% actual. Las pequeñas y medianas empresas pueden seguir aplicando la exención del 100% por un período de tres años, para no penalizar su expansión e internacionalización. Esta medida tiene un peso de colección;Airef lo estimó en 1. 528 millones en 2019 y puede suponer un duro golpe para los estados financieros de las grandes empresas internacionalizadas.
Automóviles: Aumenta el impuesto de matriculación, pero no el diésel
Una de las novedades de este año también llegará en el impuesto de matriculación. Este se incrementará al finalizar la moratoria de 2018 del WLTP (Procedimiento Mundial Armonizado para el Ensayo de Vehículos Ligeros), por el cambio en el sistema de medición de emisiones que determina este tributo. De media, los modelos más vendidos verán incrementado su precio final en 755 euros. Así, en torno a un 51% del total de los coches subirán de precio al ser adquiridos. Por ejemplo, un vehículo de 20.000 euros será unos 1.000 euros más caro este año que el anterior, y uno de 40.000 euros rondará un alza casi rozando los 2.000 euros.
Sin embargo, en el sector del automóvil se ha logrado la «victoria» temporal de evitar que se armonicen los impuestos a la gasolina y al diésel, al quedar fuera de los Presupuestos para 2021. Temporal, como se dice, ya que solo se ha pospuesto.
Fraude fiscal: mayor control y más limitaciones
En 2021 el Gobierno también quiere reforzar la lucha contra el fraude. En este ejercicio entran en vigor varias medidas que, en teoría, aportarán más de 800 millones a las arcas públicas. Todo para intentar recaudar el máximo posible para financiar el ingente gasto social. Las novedades incluyen la prohibición de las aministías fiscales, la limitación a 1.000 euros de los pagos en efectivo para determinadas actividades económicas entre profesionales y empresas o la rebaja a 600.000 euros del umbral mínimo para entrar en la famosa lista de morosos de Hacienda, Además, la nueva normativa establece un control extra sobre el uso de nuevas tecnologías, como las criptomonedas o la prohibición del software de doble uso.
Catastro: actualización de hasta un millón de viviendas
Está previsto actualizar los valores catastrales de hasta un millón de viviendas este año para preparar la base de un incremento en la factura del IBI, aunque sería para el próximo año. Y en relación al proyecto de ley contra el fraude fiscal, el valor catastral se utiliza como base imponible para pagar todos los impuestos.
Sicav: participación mínima para todos los accionistas
Las firmas de inversión de capital variable (Sicav) están perdiendo su atractivo desde hace años debido a la amenaza del gobierno de Sánchez de endurecer el cerco. Atractivos vehículos de inversión para su tributación, para lo cual el ejecutivo ya ha comenzado a crear ciertas condiciones para poder gobernarlos mejor. Esto define requisitos adicionales, por ejemplo, la obligación de los accionistas de la sicav de tener una participación mínima de 2. 500 EUR. Esto responde al intento de frenar a los denominados ‘mariachis”, es decir, los accionistas de paja que se encuentran en este tipo de vehículos, para llegar al mínimo de 100 participantes. En este contexto, la autoridad fiscal también podrá verificar que se cumpla con este nuevo requisito de capital. Lo cierto es que han disminuido en los últimos años: ya sea por su cierre constante o por fusiones entre vehículos.
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