ZARAGOZA, 11 (EUROPA PRESS)
Caja Rural de Aragón se ha adherido al Código de Buenas Prácticas para ayudar a las empresas a renegociar los préstamos contratados con la entidad financiera aragonesa, avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Los beneficiarios son todos aquellos clientes que hubieran suscrito una financiación desde el 17 de marzo de 2020 con el aval público del ICO. Esta es una adhesión voluntaria, que viene a subrayar el compromiso que la primera entidad aragonesa de crédito cooperativo tiene con las empresas y los autónomos, unos de los principales dinamizadores de nuestra economía.
Caja Rural de Aragón se compromete a extender el plazo de vencimiento de las operaciones con el aval del ICO que cumplan los requisitos establecidos, evaluar la conversión en préstamos participativos y estudiar la realización de transferencias por parte del Estado para reducir el capital principal de la financiación solicitada.
Igualmente, se establece el compromiso de mantener las líneas decirculante, como mínimo, hasta diciembre de 2022 y no ligar la aplicación de medidas a la contratación o vinculación con otros productos, ni a incrementar el coste de la financiación más allá del coste del aval.
Desde Caja Rural de Aragón se ha destacado que, de esta forma, se contribuye a reforzar a las empresas, pymes y autónomos de los territorios donde está presente, permitiendo mantener y crear empleo y ayudando a la recuperación económica y salida de la crisis económica provocada por los efectos del coronavirus.
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