Comerciantes afean “la escasa sensibilidad” de la Junta de Andalucía al obligar al cierre a las 20,00 horas

SEVILLA, 16 (EUROPA PRESS)

Comercio Andalucía , la confederación empresarial de los comerciantes andaluces, ha rechazado este jueves la imposición de nuevas restricciones al comercio como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, que se concretan en la obligatoriedad del cierre a las 20,00 horas en los municipios con nivel de alerta 3.1 y 4.1.

Su presidente, Rafael Bados, ha reprochado “la escasa sensibilidad” que muestra la Junta de Andalucía con esta nueva medida, ya que hace unas semanas se le remitió una carta a la Consejería responsable del sector pidiéndole que, si hubiera que tomar restricciones nuevamente, se diferenciara entre el pequeño comercio y los grandes formatos comerciales, “algo que desgraciadamente no ha sido tenido en cuenta”.

Según Bados, esta decisión es “tremendamente injusta” porque no tienen “absolutamente nada” que ver el pequeño comercio y los grandes formatos comerciales en lo que se refiere a la propagación del virus.

Para el presidente de Comercio Andalucía, no se puede equiparar a unos formatos con otros, ya que es frecuente ver imágenes de grandes formatos comerciales donde se llegan a congregar, en sitios cerrados, cientos o miles de personas. Sin embargo, señala Bados, estas situaciones no se producen en ningún caso en el pequeño comercio.

De este modo, el presidente de Comercio Andalucía ha asegurado que “el papel del pequeño comercio es garantizar la vida de la ciudad, el paseo por las calles en condiciones de seguridad y la salubridad de las compras en el interior de los comercios, lugares de compra y abastecimiento”.

Bados ha evidenciado que “no es necesario ser un experto en virología para darse cuenta de que las posibilidades de propagación del virus son muy distintas en el pequeño comercio con respecto a los grandes establecimientos comerciales”.

Por ello, el presidente de Comercio Andalucía ha vuelto a lamentar “la falta de sensibilidad” de la Junta de Andalucía con un sector vital para la economía y el empleo y que se encuentra en una situación desesperada, como consecuencia de haber padecido dos crisis consecutivas.