¿De dónde saldrá el dinero para pagar ERTES, ayudas a empresas y deuda pública?

Por mucho que desde Europa se vaya a realizar un esfuerzo para ayudar a los países a los que la COVID-19 ha golpeado con más fuerza, la realidad es que se necesitan muchos recursos para hacer frente a todas las obligaciones contraídas.

Esta crisis se financia con deuda, pero ¿cómo se paga la deuda?

La patronal de la empresa ya ha advertido que no es el momento de subir impuestos. Muchas empresas están en el filo y una subida supondría menos ventas y con ello un grave riesgo para su viabilidad. Además la subida a las grandes al final acaba repercutiendo en las pequeñas, puesto que son concesionarias de éstas y les apretarán más en contratos y servicios.

Lo cierto es que hay una brecha fiscal con Europa y se considera que hay margen para cerrarla. Aquí van algunos puntos:

• La subida del impuesto al diesel y su equiparación con las gasolinas, que además de ser contaminante ya era una medida anunciada será uno de los puntos de financiación.
• La limitación del sistema de módulos, para que cada vez sean menos los profesionales y empresas que puedan tributar por esta fórmula.
• Subida de los tramos más altos de IRPF, algo que no tiene demasiados efectos reales.
• Intensificación de la lucha contra el fraude, centrada en grandes empresas y patrimonios que son los que tienen más opacidad fiscal.

Hay ajustes pendientes de hacer desde hace muchos años que mejorarán la recaudación del fisco

• SII para todos, más pronto que tarde. Facturación controlada en tiempo real para evitar fraudes. Algo que a muchos simplemente les produce escalofríos solo de pensarlo.
• Bancarización de la economía de manera que cada vez se pague más con tarjeta y menos en efectivo. Es la fórmula que fiscalmente consigue mejores resultados, ya que se dejan rastros y es más complicado ocultar la información al fisco.
• Subida del IVA en determinados sectores, como por ejemplo la hostelería. Alemania lo ha bajado a la mitad para ayudar al sector durante la pandemia dejándolo al 10%. Justo la cantidad que se paga en nuestro país en cualquier consumición que hacemos en un bar. Es difícil entender que Alemania lo recupere al 21% y en España no se toque.

Lo cierto es que se necesitan recursos y sin unas elecciones a la vista el ajuste fiscal será importante. Veremos como afecta a la recuperación porque el riesgo es que se convierta en un lastre para la economía del país y no recupere tanto como necesitamos.