Las pymes piden que se mantengan la reforma laboral y que se rebajen impuestos
La Cumbre Empresarial organizada por CEOE, bajo el lema «Empresas españolas liderando el futuro», reunió ayer a los primeros espadas del sector de las telecomunicaciones y de las principales fundaciones y patronales del sector como Ametic y la Fundación Cotec. Además de a representantes del mundo de la educación, como la Conferencia de Consejos Sociales de la Universidad, así como de las pymes Gerardo Cuerva (Cepyme).
En este contexto, las telecos apostaron por impulsar la digitalización de España y su reindustrialización; mientras que las pymes exigieron que no se modifique la reforma laboral y que se impulse la rebaja de impuestos. Desde el sector educativo coincidieron en la necesidad de que empresa y Universidad se acerque, mientras todos constataron la necesidad de «cambios estructurales».
El primero en tomar la palabra fue el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, quien destacó que «la sociedad española ha avanzado cinco años en digitalización en las últimas semanas» y propuso la creación de un «fondo de reconstrucción digital» para pymes y autónomos Pallete también se pronunció a favor de «un nuevo contrato social con el humanismo en el centro» y, entre otras instó a «digitalizar a las pymes, que no es un lujo, sino una necesidad».
En su opinión, esto aceleraría el crecimiento del PIB en un 1,8% hasta 2025. De igual modo, lamentó que el sistema fiscal este diseñado para el siglo pasado y pidió que todos «compitamos con las mismas reglas». Por su parte, el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, apuntó que la efectividad de las medidas que se adopten para la recuperación dependerán de «la capacidad para situar las prioridades nacionales» y de que estas se mantengan constantes en el tiempo.
Brecha digital
Desde Vodafone España, su CEO, Antonio Coimbra, señaló la existencia de la «brecha digital» e instó a conectar al cien por cien de la población. También apostó por un nuevo modelo fiscal y «un plan nacional de digitalización para pymes y autónomos». Por su parte, el máximo responsable de Orange en España Laurent Paillassot, se mostró partidario de «establecer estrategias nacionales consensuadas de digitalización, acordadas con Europa», así como incrementar la inversión en 5G.
La presidenta de IBM España, Marta Martínez, pidió fortalecer el sistema sanitario con una apuesta reforzada por el «big data», además de acelerar la digitalización y no olvidar la lucha por el cambio climático. En cuanto al teletrabajo, Martínez exigió que sea flexible. Desde Digitales, su presidente el exministro Eduardo Serra auguró que «la recuperación va a ser un camino largo, no hay que ser demasiado optimistas en este sentido» y coincidió en la necesidad de acelerar la digitalización.
La cumbre también abordó en otra mesa la situación de la educación en España, coincidiendo en que empresa y universidad se acerquen y en la introducción de «cambios estructurales. Al respecto, Antonio Abril, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de Universidades, constató que la «asignatura pendiente de España es la formación y la educación» y José Antonio Sarría, presidente de la Comisión de Educación y Formación de CEOE, lamentó que «muchas universidades estemos continuamente lanzando egresados que el mercado no atiende».
Reforma Laboral
La última mesa de ayer de la cumbre estuvo dedicada a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que pidieron la prórroga de los ERTE, la rebaja de impuestos y la no derogación de la reforma laboral.
El presidente de Cepyme y vicepresidente de la CEOE, Gerardo Cuerva, destacó que la economía española necesita un «reseteo», para lo que «es necesario crear un marco de certidumbre y estabilidad». Añadió que las pymes han de crecer de tamaño «con una fiscalidad que no las penalice».
Después tomó la palabra Inés Juste, presidenta del grupo farmacéutico Juste. Destacó que la empresa familiar es un actor clave en la economía española y supone el 90% del tejido productivo y el 67% del empleo privado.
Pidió que se aborden los problemas de liquidez que sufren las pymes, así como crear un código de buena conducta para el pago de los proveedores. También desea que los ERTE sean ampliados y que se retrasen los pagos de impuestos «y no plantear cambios fiscales porque es el momento de bajarlos». Tampoco, añadió, es el momento de revisar la reforma laboral e insistió en la «necesidad de crear certidumbre para atraer inversiones». Por último, criticó que desde el Gobierno «se denigre» al turismo y a la automoción.
El presidente del grupo de alimentación Cascajares, Alfonso Jiménez, primero criticó con dureza el pacto alcanzado en Castilla y León por PP, Cs, PSOE y Podemos para paralizar la suspensión del impuesto de sucesiones en esa región. «Si de regreso a Valladolid yo tuviera un accidente mortal, mis hijas y mi mujer tendrían que vender la fábrica para poder pagar ese impuesto», subrayó indignado.
Los ERTE pueden ser ERE
Sobre los ERTE dijo que «tienen que continuar hasta que termine el problema, porque si no habría que pasar a los ERE, y sería catastrófico». Añadió que el único fallo que ve a los ERTE es que se tendría que aprovechar ese tiempo para formar a los trabajadores. «Por ejemplo, los de hostelería podrían aprovechar para estudiar inglés; los míos, en digitalización».
La directora de Brócoli Services, Rosa Ferrando, destacó el papel de estas empresas de servicios «que han permitido que siguieran funcionando sectores esenciales durante la pandemia». Solicitó al Gobierno que facilite el diálogo social, que module el gasto público, que no derogue la reforma laboral, que no haya subidas impositivas y que los ERTE se prorroguen en función de la recuperación de las empresas.
La mesa fue cerrada por la presidenta de Asti Mobile Robotics, Verónica Pascual, para quien «es tiempo de generar valor y empleo, no de enfados y desconfianzas». Afirmó que «las empresas españolas tenemos que apoyarnos entre nosotras» y que hay que reforzar la estrategia industrial «haciéndola atractiva para nuestros jóvenes».
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