En la primera sesión de la cumbre empresarial organizada por la CEOE
Un marco de actuación estable y una presión fiscal que no ahogue a las compañías, sino que las permita actuar y elevar sus inversiones. Esas son dos de las principales conclusiones a las que han llegado los grandes de la banca y del sector eléctrico, como BBVA, Bankia, Iberdrola o Repsol, durante las primeras sesiones de la megacumbre empresarial organizada por la CEOE para evaluar el modelo por el que debe apostar España para salir de la crisis económica provocada por la crisis del Covid-19.
“Es necesario contar con una fiscalidad eficiente, basada en la estabilidad presupuestaria y con unas reglas de juego que se mantengan en el medio y largo plazo. Si se da ese marco fiscal y regulatorio, se multiplicarán los recursos públicos, porque se atraerá la inversión privada a ese futuro digital, de datos, social y sostenible”.
Carlos Torres Villa. Presidente BBVA
En una línea muy similar ha ido el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, para quien más impuestos afectará a la rentabilidad de las entidades:
“Creo que es muy contraproducente que, en estas circunstancias, se le pida al sector esfuerzos extraordinarios en forma de impuestos o requerimientos de diverso tipo que puedan incidir en su rentabilidad, porque el desarrollo de un país requiere que sus bancos sean rentables”
José Ignacio Goirigolzarri. Presidente de Bankia.
La banca no es el único sector que reclaman una fiscalidad estable, que no ahogue a las compañías en su día. También las grandes compañías del sector eléctrico van en la misma dirección y, además, instan a acelerar la Ley de Cambio Climático y la transición energética hacia las renovables para acelerar las inversiones.
Creer en la industria
En este sentido, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha pedido que “de forma urgente” se tomen las medidas necesarias para acelerar esta transformación, pasando por la reorientación de la fiscalidad a partir del principio de ‘quien contamina paga’. Y menos trabas, para agilizar los procesos administrativos y el diseño de una política industrial estatal que vaya de la mano de las empresas. En opinión de Galán, esa apuesta por acelerar las renovables a 2025 supondría una inversión de más de 32.000 millones de euros y generaría 90.000 empleos.
Mientras, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha reclamado una actuación ágil para tomar medidas que:
“Tengan un efecto inmediato en la recuperación económica y en el empleo y que se tenga una visión de conjunto para no priorizar una tecnología frente a otra, cuando en el momento actual no se sabe cuál tendrá éxito, para potenciar la industria primero hay que creer en ella”.
Antonio Brufau. Presidente Repsol.
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